#207 Kleinstadtnovelle [El Jadida, Marokko 🇲🇦]
So, liebe Leute!
Hiermit begrüße ich euch im neuen Jahr und verspreche, dieses Jahr noch eine Schippe draufzulegen, um den Börsenwert meines Podcasts zu steigern. Die Probleme sind die alten. Doch Verbindlichkeiten und Schulden werde ich durch redliche und stetige Arbeit tilgen. Ja, es sei zugegeben, es steht nicht optimal um Tischlein, deck dich, es gab schon mal fröhlichere Tage für den Podcast, beispielsweise ganz zu Beginn in der Ägäis, wo ich Folge eins aufnahm, die ich heute wieder erwähnte.
Das Besondere an der heutigen Folge ist die Lesung der brillanten »Kleinstadtnovelle« von Ronald M. Schernikau. Darin wird viel über Sexualität verhandelt, geschrieben wurde es um 1980 herum aus der Perspektive des 16-jährigen Schernikau.
Für die bourgeoise Lebenswelt ist scheißen gehen zwischen zwei Mahlzeiten unvorstellbar, dieses Zitat aus dem Buch wird in einer der nächsten Folgen fallen. Es versinnbildlicht perfekt die Feindschaft gegenüber jedem vernünftigen Materialismus, den die völlig idealistische Ideologie der Bourgeosie innehat. Für sie sind diese schmutzigen Dinge tabu, werden einfach ausgestrichen von der mentalen Landkarte, existieren nicht. So auch die Liebe, die auch materiell ist. Daher also kommt es, dass sie so einen schweren Stand in der heutigen Gesellschaft hat. Die Menschen sehnen sich zwar wie verrückt danach, viel mehr als in früheren Zeiten, aber erreichen sie immer weniger. Diese Dialektik aufzureißen und umzukehren wird nicht leicht, aber es ist aus meiner Sicht auch eine politische Aufgabe, der wir Kommunisten uns annehmen sollten.
Die Liebe ist ein Fremdkörper in der europäischen Kultur; deshalb floh ich in ein arabisch geprägtes Land.
Ich bin weiterhin frei verfügbar auf dem Liebesmarkt und warte auf die Gelegenheit, mich zu vervollständigen.
Ronald M. Schernikau: Kleinstadtnovell, Rotpunkt-Verlag, Berlin 1980
Ge-schlecht? Warum nicht: Gegut!
44:30 Castellano para Manita, mi pajarito peruano
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Hola, mi abejita peruana! Este será el último intento de recuperarte. Tú para mà eres la primera entre iguales como también Napoleón dijó de sà mismo. Y mira que siempre hay contradicciones en la vida: Napoleon coronandose como imperador aunque quiso defender la revolución francesa era basada en la igualdad. Como en el himno argentino dice: "Ved en trono a la noble igualdad".
Y bueno, mi abejita. La chica de Argentina que amé en mi juventud, obvio que pensé en ella; obvio que pensé en la mujer de Ucrania que me halagó por su manera de mirarme y hay otras en las que pensé y los que amé sólo en mis pensamientos, nunca avisándoles nunca dando ningún pasito. Pero son todos iguales, eso quise decir, amores iguales pero tú para mà eres la primera entre iguales y ojalá puedas perdonarme por las cosas que te molestaron y puedas cer que siempre te quise y quise seguir amandote.
Y bueno, Juanita, no hay nada mas que decir. Son todas iguales pero yo estoy dispuesto a enfocarme Ăşnicamente en ti y si tĂş no puedes creer eso y seguĂs juzgandome y condenandome entonces está bien. Está bien tal como está. Acá siguen cantando los muezzines, llamando a rezar, a alabar a Dios.
Pero mi dios es el amor y tal vez yo sea, puede serr que estĂ© loco. Porque por un lado estoy anhelando, por otro huyendo de ese amor. AsĂ me pasĂł con Cassiopeia, con Fiona y con todas. Pero no contigo porque nunca huyĂ© de ti porque despuĂ©s de conocerte supe, o despuĂ©s de comprenderte y acariciarte supe que ese es el mejor arte, el amor real y no hace falta nada más. No hace falta viajar, ni a Argentina ni adonde sea. Pero el corazĂłn es como un gran mar que es como inagotable, abarca todo y por eso suben del mar los ansĂas y los sueños de otros amores.
Pero son fantasmas, Juanita, creéme, que yo soy un pobre hombre sin ninguna direccion y ninguna alegria en la vida. Bueno, puede ser que mis escrituras y mis podcasts me alegran un poco. Pero no como tú, como una sonrisa tuya. Y ahora solo quiero llorar por sentirme lejos y abandonado de ti. Chau, mi amor. Hasta siempre seré tuyo.
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